sábado, 10 de noviembre de 2012

Equipo de trabajo : Educación Básica. ¡Saludos!

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Noé

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Pamela

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Sara Mónica

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Celia

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La participación de los padres y de la sociedad
circundante en las instituciones educativas


La participación de los padres y de la comunidad circundante en el proceso educativo de los niños constituye una de las "asignaturas pendientes" de nuestro actual sistema educativo.
En el presente artículo se analizan las posibilidades y límites de la participación y su necesidad para una formación integral del alumno. 

1. EL SENTIDO DE LA PARTICIPACIÓN:
NIVELES QUE LA HACEN POSIBLE

La participación en un sentido amplio se entiende como un proceso de implicación de personas y grupos, en cuanto sujetos y actores, en las decisiones y acciones que les afectan a ellos o a su entorno.
Dentro del sistema educativo, la participación implica la colaboración activa - según los distintos modelos y grados- en el planteamiento, gestión, desarrollo y evaluación del proceso educativo de todos los elementos personales que intervienen en dicho proceso. (Diccionario de Ciencias de la Educación, Diagonal / Santillana, 1983, 1092).

La participación de los padres y de la comunidad circundante se inscribe en el nivel organizativo del centro escolar y en su interacción dinámica con las fuerzas y agentes personales y sociales que conforman la comunidad educativa, cuya gestión y cooperación suele realizarse de forma directa a través de los órganos colegiados de dirección y de las asociaciones de padres y madres de alumnos y otros agentes sociales del entorno.

El interés de los padres en las decisiones y acciones involucra el sistema educativo constituye un derecho y un deber, en la medida en que se establece que padres y madres son los primeros educadores de sus hijos, siendo la escuela colaboradora en esta función esencial de la familia.

La participación de las familias en la gestión y gobierno de los centros educativos permite potenciar un clima de diálogo y de colaboración entre ambos microsistemas en beneficio del rendimiento académico y humano de sus hijos y alumnos.

Numerosas investigaciones y experiencias destacan la incidencia positiva que tiene el establecimiento de alianzas de compromiso y colaboración entre familias e instituciones educativas en el mejoramiento de la calidad de la educación ( Ávila y Reca,1998).

La participación de los padres en la institución educativa puede adquirir distintas funciones, contenidos y responsabilidades dependiendo del grado de implicación considerado. Suelen distinguirse cinco niveles posibles de participación en orden creciente ( Flamey y otros, 1999):


1. Informativo. Constituye el nivel mínimo de participación y se refiere a la disposición por parte de la escuela, de suministrar información clara y precisa sobre el sentido de la educación para cada uno de los agentes y estamentos del sistema; acerca del Proyecto Educativo del Centro, planes y programas en ejecución; derechos y deberes de cada uno de los actores del sistema; mecanismos formales e informales para la comunicación y coordinación entre los agentes; reglas, normativas y mecanismos de control;
proceso educativo y de aprendizaje de los niños, entre otros. Estas constituyen las demandas más recurrentes de los padres.

La escuela también informa sobre los cambios y decisiones más importantes que vayan ocurriendo en el año escolar, así como mantiene informados a los padres sobre las situaciones relacionadas con el rendimiento y conducta del niño, particularmente en lo que respecta a sus logros académicos. De los padres se espera iniciativa para demandar esta información y confianza para entregar información relevante a los educadores sobre aspectos relacionados con el crecimiento y desarrollo del niño o bien sobre aquellos cambios o
situaciones especiales que ocurran en el grupo familiar y que pueden tener consecuencias sobre el proceso educativo del escolar.

2. Colaborativo. Constituye el nivel más común de participación y se refiere a la cooperación de los padres, en actividades tales como: actos o eventos escolares de carácter social; ayuda en la reparación de infraestructura, equipamiento escolar y material didáctico; apoyo y mediación pedagógica para la adquisición de nuevos conocimientos, hábitos y valores en el hogar y eventualmente a nivel de aula; disciplina de los niños en el hogar y el centro educativo; ayuda en la gestión administrativa (recaudación de fondos para inversión, etc.).

3. Consultivo. Para este nivel se requiere la puesta en práctica, por la escuela o la asociación de padres, de instancias de consulta sobre diversos temas: programas de innovación, fuentes de financiación complementaria, relaciones para el intercambio de experiencias con otros centros, extensión del asociacionismo mediante federaciones y confederaciones de padres de alumnos, etc.

Hay que diferenciar entre aquellas instancias donde la escuela no está obligada a ejecutar las decisiones sugeridas y aquellas otras donde éstas se incorporan al proceso mayor de toma de decisiones de la escuela. Es importante, además, que estos mecanismo se constituyan sobre la base de opciones abiertas, evitando alternativas predefinidas por las instancias de mayor poder en la escuela.

4. Toma de decisiones en relación a objetivos, acciones y recursos. En un primer subnivel consiste en incorporar, con derecho a voz y voto, a uno o más representantes del estamento de los padres en las instancias máximas de toma de decisiones del centro educativo: Consejo Escolar de Centro, Comisión Económica, Comisión de Convivencia, Comisión de Admisión de Alumnos, etc.

5. Control de eficacia. Este nivel les otorga a los padres, un rol de supervisor del cumplimiento del Proyecto Educativo del Centro y de la gestión de la institución educativa. Requiere de la existencia de los niveles anteriores y de la superación de la percepción, por parte de profesores y directivos, de los padres como una " amenaza" para pasar a considerarlos como interlocutores válidos y con derecho a aportar desde su mirada opiniones, sugerencias y acciones para contribuir al mejoramiento de la escuela.


http://www.tendenciaspedagogicas.com/Articulos/2004_09_07.pdf


Entrevista "La importancia de la Orientación Educativa en la Educación Primaria"


"La importancia de la Orientación Educativa en la Educación Primaria"

Mª Gádor Sánchez Mendías. Maestra de Educación Primaria. (Andalucía)

14/02/2011



La orientación es considerada como un elemento básico para que el proceso educativo sea de calidad, puesto que va a permitir:



- Ajustar el currículo a la realidad del centro: características de los alumnos y contexto.
- Prevenir posibles dificultades de aprendizaje.
- Ofrecer ayuda al alumnado desde el punto de vista: personal, académico y vocacional.

En este sentido, la orientación educativa es un pilar fundamental en nuestro sistema educativo, y como tal, debe ser considerada como parte integrante del mismo.

La orientación educativa muestra distintas perspectivas conceptuales, algunos autores la consideran como una intervención psicopedagógica, éste es el caso de Bisquerra y Álvarez (1998), quienes definen la orientación como un:

"Proceso de ayuda continuo y sistemático, dirigido a todas las personas, en todos sus aspectos, con objeto de potenciar el desarrollo humano a lo largo de toda la vida con objeto de potenciar el desarrollo de la personalidad integral".

La orientación es una tarea compartida por todos los profesionales de la educación y, en la etapa de Educación Primaria requiere de la atención especializada de los profesionales de los Equipos de Orientación Educativa (EOE).

Los Equipos de Orientación Educativa, son unidades básicas de orientación psicopedagógica que, mediante el desempeño de funciones especializadas, en las áreas de orientación educativa, atención al alumnado con necesidades educativas especiales, compensación educativa y apoyo a la función tutorial del profesorado, actúan en el conjunto de los centros de una zona educativa. Por tanto, los orientadores que trabajan en un EOE, juegan un papel fundamental en el proceso de orientación y acción tutorial en los centros que imparten enseñanzas de Educación Infantil y Educación Primaria, evaluando las necesidades que el centro tiene con relación a otros profesionales del Equipo, así como coordinando las distintas actuaciones de éstos en su centro. Del mismo modo, facilitarán la coincidencia de los profesionales que intervienen en el centro y la coordinación entre ellos.

A continuación, presentamos una propuesta de objetivos que podrían ser planteados por un EOE para ser alcanzados durante un curso escolar en un centro de Educación Primaria:

a) Conseguir resultados exitosos, parte del alumnado, en su proceso de enseñanza- aprendizaje, teniendo en cuenta sus capacidades, sus intereses y sus expectativas.
b) Potenciar la orientación educativa como medio para el desarrollo personal, con el fin de garantizar una respuesta educativa ajustada a las necesidades del alumnado, así como, considerar la evaluación educativa como instrumento que contribuya a la mejora de los procesos de enseñanza, de los resultados del aprendizaje y de la organización y funcionamiento de los centros docentes.
c) Contribuir al fomento de una cultura para la paz y no violencia, con la finalidad de prevenir y evitar los conflictos a través del Plan de Convivencia.
d) Facilitar la puesta en práctica del Plan de Acción Tutorial en el centro de Educación Primaria.
e) Colaborar en el proceso de reflexión sobre los resultados obtenidos tras la aplicación de las pruebas de evaluación general de diagnóstico.
f) Participar, junto con el tutor en el desarrollo de los programas incluidos en el Plan de Orientación y Acción Tutorial.

Finalmente, resaltar la importancia de la orientación educativa como un proceso que debe estar presente desde la incorporación de los sujetos al sistema educativo, en la etapa de Educación Primaria y que les ha de acompañar a lo largo de su vida contribuyendo a su éxito personal, académico y profesional.



http://www.educaweb.com/noticia/2011/02/14/importancia-orientacion-educativa-educacion-primaria-14610.html

Reforma en Secundaria

Estimados compañeros:

Muy importante revisar que dentro del nivel de educación Básica, ya se retoma formalmente la Orientación Educativa en el nivel de secundaria.

El espacio curricular de Tutoría, valorado como un momento de expresión y diálogo entre los adolescentes, así como de acompañamiento en la visualización de sus proyectos de vida, favorece el acercamiento con los alumnos desde una perspectiva humanista; parte de los intereses, inquietudes, potencialidades y necesidades de los alumnos. En este sentido, los Lineamientos para la formación y atención de los adolescentes buscan contribuir a que las secundarias se apropien de la Tutoría como un medio para orientar y potenciar la acción de los tutores con el fin de fortalecer el apoyo a los alumnos en su integración y participación en la escuela, mejorando la convivencia escolar y social, así como el proceso académico y desarrollo personal orientado hacia su formación integral.

IV. Orientación hacia un proyecto de vida

Propósito: propiciar el autoconocimiento y el desarrollo de la capacidad de elección y decisión de los alumnos. Esto puede hacerse mediante la reflexión sobre el compromiso requerido para la elaboración de un proyecto de vida que oriente sus acciones en lo personal, académico, profesional o en alguna actividad productiva durante su vida.

 

Como parte del diseño de un proyecto de vida viable y flexible, es necesario que los alumnos reflexionen acerca de la importancia de trazarse metas personales a corto, mediano y largo plazos, visualizando que el conjunto de decisiones sobre distintos aspectos y momentos de su vida presente impactarán en el logro de proyectos  y propósitos.
Considerando que un proyecto de vida se construye tras un proceso de análisis, reflexión, decisión y acción con base en las aptitudes de una persona, es preciso trabajar en este ámbito desde primer grado de secundaria. Por ejemplo, al momento de involucrar al alumno en la dinámica escolar, académica y social de la escuela, también se abona en la definición de los motivos por los cuales los alumnos han decidido continuar con sus estudios, así como en el reconocimiento, valoración y fortalecimiento de sus potencialidades, motivaciones, intereses, que sin duda representan motores que conducen al mejoramiento académico, lo que contrarresta aquellas deficiencias, carencias o problemáticas que atenten contra el logro educativo y formativo del alumno.
 
También resulta factible coadyuvar en la consolidación de la identidad de los adolescentes, mediante el respeto y valoración que los hace reconocerse como miembros de diferentes grupos sociales, al establecer lazos afectivos y de pertenencia, elementos que repercuten en la conformación de adolescentes autónomos y proactivos.
 
A partir del contacto con el grupo, del seguimiento realizado a los alumnos y de la información que ha recibido de otros docentes, el tutor puede contribuir al proceso de autoconocimiento de los adolescentes en lo que respecta a sus habilidades y talentos, aspiraciones y necesidades de formación. Así, el tutor propicia en los alumnos la reflexión sobre los aspectos que consideren más interesantes, aquellos que les resultan
difícil es o atractivos, así como acerca de los que les demandan mayores grados de esfuerzo.
De esta manera, los alumnos pueden definir una idea más clara de sus habilidades y preferencias hacia diversas áreas de estudio y realizar balances periódicos sobre los cambios que experimentan.
Una tarea importante que debe realizar, a partir de los resultados de tal balance personal, es el bosquejo de posibles escenarios profesionales u ocupacionales para iniciar la búsqueda de información más precisa sobre los perfiles formativos de las diversas áreas por las que siente mayor interés o agrado.
Basados en estos escenarios posibles, los alumnos requieren precisar algunas de las acciones que les permitan arribar a ellos, es decir, los caminos o itinerarios que deben seguir para alcanzar las metas planteadas. Al respecto, es preciso tener claro que un proyecto de vida representa una elección libre, consciente y comprometida. 
Es necesario dejar en manos de especialistas la orientación vocacional, ya que tienen la formación profesional indispensable para efectuar estas acciones. No todas las escuelas cuentan con este apoyo, por lo que si es posible se sugiere recurrir a especialistas o instancias externas.
A continuación se presentan algunas sugerencias para el desarrollo de este ámbito:
• Promover en los alumnos el reconocimiento, valoración y desarrollo de sus aptitudes y potencialidades como puntos de partida para el logro de sus aspiraciones personales, profesionales o actividades productivas.
• Por medio de las experiencias que algunos jóvenes y adultos compartan sobre su profesión, oficio o actividad productiva, promover entre los adolescentes la visualización de posibles escenarios futuros en los cuales puedan desempeñarse.
• Proponer a los alumnos la toma de decisiones de manera informada, libre y responsable, que dé cuenta de los actos que ellos consideran cruciales para la construcción de posibles escenarios a corto, mediano y largo plazos, deseables, factibles y acordes con sus expectativas de vida.
• Al abordar temas de interés para los adolescentes —por ejemplo, sexualidad, adicciones y opciones vocacionales, entre otros—, promover el diálogo, la reflexión y la acción en torno a las implicaciones y repercusiones que tiene la toma de decisiones a lo largo de su vida y en el logro de sus metas.
• Con base en el reconocimiento de las diversas habilidades, intereses e inquietudes de los alumnos, generar ámbitos de expresión y construcción de propuestas creativas e innovadoras que fortalezcan su valoración y el aprovechamiento de sus competencias como parte del disfrute pleno, responsable y libre de su vida presente y futura.







 







 

viernes, 9 de noviembre de 2012

Competencias Docentes






De lo importante que podemos rescatar para contextualizarnos en Orientación Educativa es la revisión de las competencias profesionales del docente:
 
Diez nuevas competencias para enseñar Philippe Perrenoud. Col. Biblioteca de aula, 196. Ed. Graó. Barcelona, 2007 (5ª edición) Resumen Competencias de referencia Competencias más específicas para trabajar en formación continua (ejemplos)

  • Organizar y animar situaciones de aprendizaje:
  1. Conocer, a través de una disciplina determinada, los contenidos que hay que enseñar y su traducción en objetivos de aprendizaje.
  2. Trabajar a partir de las representaciones de los alumnos
  3. Trabajar a partir de los errores y los obstáculos en el aprendizaje
  4. Construir y planificar dispositivos y secuencias didácticas
  5. Implicar a los alumnos en actividades de investigación, en proyectos de conocimiento.
  • Gestionar la progresión de los aprendizajes:
  1. Concebir y hacer frente a situaciones-problema ajustadas al nivel y a las posibilidades de los alumnos Adquirir una visión longitudinal de los objetivos de la enseñanza Establecer vínculos con las teorías que sostienen las actividades de aprendizaje Observar y evaluar a los alumnos en situaciones de aprendizaje, según un enfoque formativo
  2. Establecer controles periódicos de competencias y tomar decisiones de progresión.
  • Elaborar y hacer evolucionar los dispositivos de diferenciación:
  1. Hacer frente a la heterogeneidad en el mismo grupo-clase
  2. Compartimentar, extender la gestión de la clase a un espacio más amplio
  3. Practicar un apoyo integrado, trabajar con los alumnos con grandes dificultades Desarrollar la cooperación entre alumnos y ciertas formas simples de enseñanza mutua
  • Implicar a los alumnos en sus aprendizajes y en su trabajo:
  1.  Fomentar el deseo de aprender, explicitar su relación con el conocimiento, el sentido del trabajo escolar, y desarrollar la capacidad de autoevaluación del alumnado
  2. Instituir y hacer funcionar un consejo de alumnos (consejo de clase o de centro) y negociar con ellos varios tipos de reglas y de acuerdos
  3. Ofrecer actividades de formación opcionales, “a la carta” Favorecer la definición de un proyecto personal del alumno.
  • Trabajar en equipo:
  1. Elaborar un proyecto de equipo, de representaciones comunes
  2. Impulsar un grupo de trabajo, dirigir reuniones
  3. Formar y renovar el equipo pedagógico
  4. Afrontar y analizar conjuntamente situaciones complejas, prácticas y problemas profesionales Hacer frente a crisis o conflictos entre personas
  •  Participar en la gestión de la escuela:
  1. Elaborar, negociar un proyecto institucional
  2. Administrar los recursos del centro
  3. Coordinar, fomentar una escuela con todos los componentes (extraescolares, del barrio, asociaciones de padres, profesores de lengua y cultura de origen)
  4. Organizar y hacer evolucionar, en el mismo centro, la participación de los alumnos

De las cuales podemos hacer mención básica para fomentar en nuestros alumnos una idea de lo que puede ser proyecto de vida y que tiene que ir de la mano con el desarrollo de las cinco competencias para la vida que debe dominar el egresado de educación básica.
  • Elaborar y hacer evolucionar los dispositivos de diferenciación
  • Implicar a los alumnos en sus aprendizajes y en su trabajo

Observar y evaluar a los alumnos en situaciones de aprendizaje, según un enfoque formativo Para dirigir la progresión de los aprendizajes, no se puede prescindir de los controles periódicos de los conocimientos de los alumnos.

Son necesarios para establecer decisiones de promoción u orientación. Estos controles deberían confirmar o intensificar lo que el profesor ya presiente. Por lo tanto, no eximen de una observación continua, una de cuyas funciones consiste en poner al día y completar una representación de los conocimientos de los alumnos.

Esta observación tiene un primer objetivo formativo, lo que significa que debe tener en cuenta todo lo que puede ayudar al alumnos a aprender mejor: sus conocimientos, que condicionan las tareas que se le pueden proponer, su modo de aprender y razonar, su relación con el conocimiento, sus angustias y sus posibles loqueos ante ciertos tipos de tareas, de lo que tiene sentido para él y le moviliza, sus intereses, sus proyectos, la imagen que tiene de sí mismo como sujeto más o menos capaz de aprender, su entorno escolar y familiar.

PRINCIPIOS DE LA ORIENTACIÓN Y LA ACCIÓN TUTORIAL 

 a) Individualización o personalización de la enseñanza El alumnado constituye el eje del trabajo docente. Cada persona tiene sus peculiaridades, es única e irrepetible. El profesorado que asume esta realidad planifica la acción educativa de forma personalizada. Toma conciencia de la ineficacia de una enseñanza diseñada para un hipotético e inexistente alumno estándar que requiere una respuesta educativa uniforme. La individualización de la enseñanza consiste fundamentalmente en la adecuación de la enseñanza a las características del alumnado; esto supone el conocimiento del mismo, su seguimiento personalizado y el establecimiento de expectativas favorables que propicien una exigencia realista.

 • La adecuación de la enseñanza al alumnado:

 Supone una aplicación del modelo curricular flexible. Todo profesor debe tener en mente a la hora de pro gramar, de estar en el aula, de evaluar, a cada uno de alumnos. Se trata de adecuar, de personalizar objetivos, contenidos, metodología y criterios de evaluación. Por el contrario, una aplicación indebida lleva a plantear objetivos y contenidos desajustados, excesivamente fáciles o difíciles.

 • El conocimiento del alumnado: 

Si pretendemos una correcta adecuación de la enseñanza, es necesario conocer las Características del alumno o alumna, saber cuáles son sus capacidades, sus conocimientos previos, su estilo de aprendizaje, sus intereses y motivaciones. Es imprescindible que el profesorado conozca a sus alumnos evitando prejuicios y falsas generalizaciones. El orientador también contribuye a este conocimiento. Es preciso planificar actividades encaminadas a obtener un conocimiento lo más ajustado posible del alumnado. En este sentido algunas técnicas e instrumentos de evaluación tales como entrevistas, informes anteriores, observación incidental o sistemática, análisis de las producciones y en algunos casos las pruebas estandarizadas, entre otras, pueden informarnos al respecto.

 • Seguimiento personalizado del alumno:

 La individualización supone que los profesores hagan un seguimiento del alumno a lo largo del curso ayudándolo a analizar y resolver los problemas que puedan surgir tanto de tipo académico como personal o de integración. Esta cercanía llevará al tutor a conocer y comprender mejor al alumno y le permitirá tomar decisiones con conocimiento de causa y debidamente fundamentadas. • Establecimiento de expectativas que propicien una exigencia realista: Las personas acomodamos las conductas a las expectativas de los demás. Cuando mostramos confianza en las posibilidades de nuestros alumnos, propiciamos que mejore su auto concepto, aumente su confianza, seguridad y motivación. En este sentido las altas expectativas pueden facilitar un mejor rendimiento educativo, animar a asumir riesgos. Aprendemos cuando nos arriesgamos, incluso cuando nos equivocamos. El error también es una fuente de aprendizaje: el que no se arriesga difícilmente aprende. Por otra parte, el conocimiento del alumno, de sus posibilidades y limitaciones, de sus intereses y habilidades, nos permite un mayor ajuste de las expectativas a las capacidades. La afirmación anterior de que si aumentamos el nivel de expectativas aumentará el rendimiento, debe entenderse dentro del equilibrio necesario entre lo posible y lo probable.
 Las altas expectativas permiten aumentar el grado de exigencia, el afán de superación, el desarrollo de la responsabilidad, esto exige esfuerzo personal. Pero, también es importante conocer las limitaciones, el esfuerzo debe ir acompañado del rendimiento eficaz. El plantearse metas muy por encima de sus posibilidades, sitúa al sujeto en una situación de estrés abocada al fracaso, una fuente continua de frustraciones, que trae como consecuencia una bajo auto concepto y escasa autoestima. La individualización o personalización de la educación debe facilitar el que el alumnado aprenda a proponerse metas ambiciosas ajustadas a sus potencialidades y circunstancias. Este debe ser el objetivo de la orientación y la acción tutorial.
 Cuando la exigencia es adecuada a las posibilidades del alumno, propicia motivación para el esfuerzo y el trabajo escolar.

 b) Respuesta a las necesidades educativas del alumnado:

  Las necesidades educativas se distribuyen en un continuo, todos los alumnos en algún momento del proceso de enseñanza aprendizaje presentan necesidades educativas habituales. Dentro de las prioridades de la orientación educativa, la atención a las necesidades educativas del alumnado ocupa un lugar pre f e rente. Generalmente se trata de problemas de aprendizaje, de adaptación al entorno escolar, de pequeños desajustes afectivos y emocionales y familiares que repercuten en la marcha escolar del alumno. Conviene tener en cuenta todas estas circunstancias para ayudar al alumno a satisfacer las necesidades educativas que presenta. En otros casos se trata de necesidades educativas especiales de carácter permanente o temporales. La atención a las necesidades educativas exige un planteamiento institucional y de centro que de cumplida respuesta a las mismas estableciendo las oportunas medidas educativas.
 • Enfoque preventivo de la orientación: 
Un enfoque preventivo respecto a las necesidades educativas del alumnado parte de un profundo conocimiento del mismo, de su historia personal y familiar, su historial escolar, que se identifiquen sus puntos fuertes y débiles tanto en su dimensión cognitiva, afectiva y de inserción social. Interesa conocer aquellos aspectos del ámbito familiar y escolar que favorecen y dificultan su desarrollo personal y académico. • Las respuestas a las necesidades educativas: De forma esquemática se puede decir que esta respuesta puede ser de tipo curricular y organizativo, ambos en estrecha interrelación.
 Las respuestas de tipo curricular se concretan en la elaboración, desarrollo y evaluación de las adaptaciones curriculares con distintos grados de significatividad.
 Las respuestas organizativas tienen que ver con la organización de los recursos humanos y materiales del centro para atender este alumnado y con la planificación de las medidas educativas más adecuadas.

 • La compensación de desigualdades:
 Parte del alumnado, debido a sus condiciones familiares y socioculturales se encuentra en desventaja educativa; es decir, presenta necesidades educativas derivadas del entorno en el que se desenvuelven definidas como carencia de hábitos predisposiciones, actitudes de rechazo o falta de motivación por los aprendizajes escolares, escasez de conocimientos escolares previos. La orientación debe intensificarse con estos alumnos para intentar compensar esas desventajas educativas de procedencia.

 c) Educación integral e inserción social.

  Llevar a cabo la educación integral supone que se planifique con esa intención, que se desarrolle dicha planificación según este principio y que se evalúe en consonancia con el mismo.

 • Los objetivos educativos deben ser amplios:

 La decisión sobre qué objetivos y contenidos incluir en la planificación de la enseñanza es muy importante. Por ello, deben contemplarse diversidad de objetivos educativos, unos responderán a la dimensión intelectual de la persona, otros a la afectiva o emocional, otros a la dimensión social y moral, o t ros a la dimensión física. Todas las dimensiones de la persona deben estar consideradas en la programación de la enseñanza. Si se olvida algún aspecto es posible que no se contemple en la práctica educativa. A este fin también contribuye la inclusión en los contenidos tanto de conceptos, como de procedimientos y de actitudes. De esta forma, se recogen las tres dimensiones del conocimiento: el saber (concepto) el hacer (procedimientos) y el ser (actitudes). Una educación equilibrada debe armonizar estas tres dimensiones. 
• La enseñanza y el clima del aula deben propiciar la madurez personal:
Las relaciones entre el profesor y los alumnos y entre estos deben partir del principio de respeto hacia la persona. El grupo-clase es un factor decisivo para propiciar la inserción social de los alumnos y el equilibrio personal. El profesor-tutor deberá cuidar de que se cree un grupo humano en la clase que propicie buenas relaciones entre los alumnos.
 • La evaluación debe contemplar la totalidad de los objetivos programados
Si se quiere llevar a la práctica una educación integral, ésta no es factible si no se consideran a la hora de valorar el efecto de la enseñanza toda la gama de objetivos previstos. Aquello que no es evaluado es percibido por el alumno como poco relevante; además el propio profesor tiende a incidir más en aquello que es objeto de evaluación.  

 OBJETIVOS DE LA ORIENTACIÓN EDUCATIVA Y LA ACCIÓN TUTORIAL

Los principios que rigen la orientación y la acción tutorial deben definirse en una serie de objetivos que ayuden a diseñar planes de trabajo en los centros. Estos objetivos concretan, por lo tanto, los principios de individualización, educación integral, respuesta a las necesidades de los alumnos, coordinación y transición.
 A continuación se enuncian los objetivos y se acompañan de un breve comentario que ayuda a entender el sentido de los mismos.

 a) Asumir como tarea propia de los docentes la orientación y la acción tutorial de sus alumnos.

 Este objetivo es básico y esencial, si los profesores no desarrollan actitudes favorables hacia esta tarea, aunque normativamente esté prescrita como propia de la función docente, difícilmente puede desarrollarse un plan de orientación y acción tutorial en el centro. 
El hecho de que existan en los centros recursos especializados para la orientación y la intervención psicopedagógica no debe propiciar el abandono de estas labores por parte de los tutores y del profesorado en general. 
 b) Propiciar el conocimiento de las características propias del alumnado, asumiendo que cada alumno es único

Con esta formulación se resalta la importancia de que el profesor tutor y el profesorado en general demuestren una sensibilidad hacia la diversidad del alumnado como elemento de la realidad humana. Tiene, por lo tanto, una base actitudinal y un componente más técnico. Los docentes pueden utilizar diferentes medios para conocer a sus alumnos, para detectar sus motivaciones, sus aspiraciones, sus conocimientos previos, etc. Este objetivo concreta el principio de individualización y de educación integral. Si es importante el conocimiento de cada alumno para aquellos que no presentan especiales dificultades, no lo es menos para los alumnos que presentan necesidades educativas. En estas labores, la colaboración entre profesores y el orientador es de suma importancia. 

 c) Realizar un seguimiento personalizado del alumnado con un enfoque preventivo que evite, dentro de lo posible, la aparición de disfunciones y desajustes. 
 Orientar al alumno es acompañarlo a lo largo de su escolaridad, darle información de forma continua ayudarle a resolver los problemas que se le planteen. La orientación debe partir del supuesto de que el éxito se produce cuando hay consonancia entre las capacidades del alumno y el rendimiento alcanzado; pero el seguimiento no solo implica los aspectos más académicos e intelectuales. Debe tener en cuenta todas las dimensiones de la persona. 
 d) Adecuar las programaciones, la enseñanza y la evaluación a la diversidad del alumnado.
 La orientación persigue una respuesta educativa en consonancia con la realidad del alumnado. Para ello, la programación debe tener en cuenta este principio, las metodologías deben propiciar el aprendizaje personal y la evaluación debe ser sensible a las formas peculiares de llevar a cabo el aprendizaje.
e) Potenciar la coordinación de los profesores que imparten enseñanza a un mismo grupo de alumnos o a un alumno en particular, con el fin de unificar criterios y pautas de acción.
La orientación del alumnado debe ser tarea compartida por todo el equipo docente. Corresponde al profesor-tutor realizar un seguimiento más individualizado y coordinar al profesorado que interviene en su grupo de alumnos. Debe tenerse en cuenta que además de los objetivos específicos que cada profesor tenga para su área, todos ellos deben tener unos objetivos en común que son propios de la etapa y se refieren a la madurez y a la formación general del alumnado. Especial importancia tiene la coordinación entre el profesor-tutor y el profesor de apoyo en el caso de alumnos con necesidades educativas. Esta coordinación está en la base del éxito de la enseñanza con este alumnado. Ambos deben saber qué se trabaja en cada momento, deben revisarse sus progresos y marcar nuevos objetivos en consonancia con los mismos. 
f) Implicar a las familias en la educación de los alumnos para unificar criterios y pautas educativas que redunden en una mayor coherencia entre escuela-familia.
 La orientación debe propiciar que los dos grandes ámbitos con finalidad educativa como son la escuela y la familia, unifiquen criterios e incidan de forma coherente en el alumnado. No se trata únicamente de traspasar información, sino de ir más allá, de generar un contexto de colaboración en el que los valores, las actitudes y las actuaciones converjan de forma coherente.
g) Coordinar recursos para atender a las necesidades del alumnado buscando la complementariedad de perspectivas de los distintos profesionales que intervengan.
 En algunos casos la intervención del tutor o del equipo docente será suficiente para dar respuesta a las necesidades de un alumno, pero en otros casos, será precisa la intervención de otros especialistas como el orientador. En estos casos, debe buscarse la coordinación entre todos ellos procurando una visión global de las necesidades del alumno. 
h) Atender a los alumnos que presenten necesidades educativas especiales buscando la optimización de los recursos y la máxima integración del alumnado.
 Este objetivo de la orientación enmarca un campo prioritario: las necesidades educativas del alumnado. Este campo exige una atención prioritaria en los centros escolares y debe diseñarse y llevarse a la práctica optimizando los recursos que dispongan el centro. En este aspecto debe buscarse la implicación global del centro para dar respuestas coherentes y asumidas por la comunidad educativa.

 Bibliografía

  •  Gil Martínez, Ramón (1997) Manual para tutorías y departamentos de orientación. Madrid. Editorial Escuela Española. 
  • Zarzar, C. “Concepciones teóricas en Orientación”, en Meneses, Materiales en Orientación Educativa en México, ENEP, Aragón, UNAM; México.

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Educación Básica: "La Artículacion de la Educación Básica: Acuerdo 592"

La reforma en Educación Básica inicio en 2004 en el nivel de Preescolar, en Secundaria en el 2006 y el de Primaria en 2009 y está culminando en el ciclo escolar 2011-2012.






La Reforma Integral de Educación Básica establece documentos bases como: Acuerdo 592 que establece la Articulación de la Educación Básica Plan de Estudios 2011 Acuerdo 648 que establece acuerdos sobre el proceso de Evaluación Nueva visión pedagógica que propone la Articulación de la Educación Básica:
 Conoce el contexto internacional y nacional que da marco al Acuerdo para la Articulación de la Educación Básica (AEB).
 Reconoce que la educación básica se encuentra en continua reforma, acorde con los cambios que se gestan en el país y el mundo.
 Comprende la trascendencia de la articulación curricular entre los niveles de preescolar, primaria y secundaria para el logro de las competencias para la vida y el perfil de egreso
 Conoce los fundamentos del Plan y programas de currículo 2011: características, principios pedagógicos y componentes.
 Valora la importancia de los aprendizajes esperados para el logro de las competencias para la vida y el perfil de egreso.
 Reconoce la importancia de los materiales de apoyo, maneja los nuevos libros de texto para los alumnos, así como las Guías para el Maestro.
 Vincula los aprendizajes esperados de los Programas de Estudio 2011. Primaria, para favorecer la comprensión integral de los temas de relevancia social.
 Comprende el enfoque y los principios pedagógicos bajo los que están estructurados el Plan y programas de estudio 2011, y los considera en su planificación y en las estrategias didácticas para favorecer el desarrollo de competencias.
 Emplea el enfoque formativo e inclusivo para llevar a cabo la evaluación de sus alumnos.
 Considera en todas sus actividades docentes el contexto de su escuela y las particularidades de sus alumnos para actuar en consecuencia y favorecer una intervención docente asertiva que contribuya a mejorar el logro educativo.
 Involucra en su labor al colectivo docente y a los padres de familia.
 Se reconoce como agente de cambio social responsable con su entorno.
 Valora la importancia de profesionalizarse para responder a los retos que le demanda su función docente.

La Reforma Integral de la Educación Básica (RIEB) en México responde a la inercia de transformaciones que sigue la sociedad global, la dinámica de las instituciones se transforma y debe estar en sintonía con los requerimientos que exige la sociedad del conocimiento. Los docentes como elementos centrales en este proceso innovador, se han convertido en depositarios de la responsabilidad y el compromiso profesional que implica en darle dinamismo a una empresa de tal magnitud.

Sin embargo; es evidente que las propuestas de cambio en cualquier ámbito en el cual el factor humano este presente, debe poseer como antecedente el conocimiento de los actores encargados de llevar a cabo la parte operativa del proceso y analizar de manera especial las representaciones que dichos sujetos han creado al respecto del fenómeno en cuestión, puesto que ubicar los sucesos en contextos de mayor amplitud y reconocer que al verse diluidas las fronteras económicas, sociales, políticas y culturales resulta impensable visualizar la educación nacional en situación de aislamiento con respecto al acontecer mundial, no debe opacar el interés por adentrarse en el conocimiento práctico que se desarrolla en las escuelas a la luz de la cotidianeidad en la cual se crean ambientes de trabajo y se convive en medio de afectividades e inconformidades, se desarrollan prácticas diversas, se generan diálogos y se adoptan posturas ante cada fenómeno.

Es decir, las ideas, creencias, los significados, actitudes y valores pueden ser incluso más profundos y complejos que la parte visible y concreta de cada contexto escolar.

http://www.cuaed.unam.mx/rieb3y4/docs/modulo_1/bloque_3/lecturas_complementarias/diez_nuevas_competencias_para_ensenar.pdf

Para contextualizar estos cambios podemos hacer una revisión del Diplomado que se impartió a los docentes de 1° y 6° en 2009, 2° y 5° en 2011 y 3° y 4° de primaria en 2012.
http://www.cuaed.unam.mx/rieb3y4/complementarias_m1.php

Documentos como:
Plan 2011 http://www.cuaed.unam.mx/rieb3y4/docs/modulo_1 /acuerdo_plan_programas/plan_estudios_7agosto.pdf

Acuerdo 592

http://www.cuaed.unam.mx/rieb3y4/docs/modulo_1/acuerdo_plan_programas/ erdo_592.pdf

Acuerdo 648


http://paradigmaeducativo35.blogspot.mx/2012/09/sep-acuerdo-648-normas-generales-para.html

LA ACCION TUTORIAL: Se entiende la orientación y la acción tutorial como una dimensión de la educación. La educación integral pretende el máximo desarrollo de todas las capacidades de la persona. Supone un concepto más amplio que la mera instrucción basada en el aprendizaje y el desarrollo cognitivo. Por lo tanto, la tutoría y orientación deben ocupar un lugar preminente dentro de esta concepción de la educación integral. La orientación no debe entenderse como un sistema paralelo al educativo, sino que está absolutamente inserto en el mismo. Solamente con la finalidad de aclarar conceptualmente las ideas que sobre la educación se manejan en los centros educativos y con el objeto de aclarar funciones y delimitar recursos se hace esta distinción. Todo profesor, en cuanto educador, realiza labores de orientación y tutoría con el alumnado. La dimensión orientadora del profesorado se sustenta en el hecho de que el aprendizaje humano es sumamente complejo e intervienen en él, no solamente la dimensión intelectual o cognitiva, sino la totalidad de la persona; aprende desde sus experiencias, sus motivaciones, sus expectativas, valoraciones, sentimientos, etc. Por ello, conviene reflexionar sobre la importancia que tiene la orientación y la acción tutorial si se quiere llevar a la práctica una auténtica educación integral. La complejidad de la labor educativa y su concreción en los centros escolares aconseja que éstos dispongan de recursos especializados para potenciar las labores inherentes a la orientación. Esta realidad no debe llevar a desatender estas funciones por parte del profesorado. La figura del profesor-tutor institucionaliza algunas de estas tareas sin detrimento de las labores tutoriales que debe realizar todo profesor con sus alumnos. Aclarar cuáles pueden ser las labores del profesorado en general, del profesor-tutor y del orientador es un cometido que todos los centros deben exponer en sus planes de orientación y de acción tutoría. Las labores orientadoras y tutoriales tienen una dimensión técnica, y por lo tanto, son planificables y necesitadas de una sistematización, pero sobre todo tienen una dimensión humana relacionada con el talante humano del profesorado, sus concepciones sobre las funciones docentes, con la necesaria empatía con el alumnado. LA ORIENTACIÓN Y LA ACCION TUTORIAL • Forman parte de la enseñanza. • Es labor de todo el profesorado del centro. • Existen figuras más especializadas: el tutor y el orientador. • Está presente en toda la vida del centro. • Debe explicitarse sistematizarse y organizarse en un plan de orientación y acción tutorial en el centro

martes, 6 de noviembre de 2012


La orientación educativa se encarga del análisis, investigación de las problemáticas de los alumnos en el ámbito académico (bajo rendimiento, reprobación, deserción), personal y/o familiar, y de los docentes en su relación con los alumnos; contribuye a aplicar programas para detectar o solucionar los mismos. En vista de que en la educación básica en México no existe la figura del orientador le toca al docente hacer el papel del tutor y orientar el proceso educativo, servir de guía, velar el progreso del alumno, hablar con los padres de familia para orientarlos en la educación de sus hijos.
Los alumnos en algún momento de su vida presentan necesidades en las que es necesario orientarlos para darle un buen cause., me refiero a problemas relacionados con la enseñanza-aprendizaje, problemas de conducta, problemas familiares, etc., que repercuten en el aprovechamiento escolar.
La orientación es considerada como un elemento básico para que el proceso educativo sea de calidad, puesto que va a permitir que el alumno y todos los agentes que intervienen puedan convivir armónicamente.