sábado, 10 de noviembre de 2012

Reforma en Secundaria

Estimados compañeros:

Muy importante revisar que dentro del nivel de educación Básica, ya se retoma formalmente la Orientación Educativa en el nivel de secundaria.

El espacio curricular de Tutoría, valorado como un momento de expresión y diálogo entre los adolescentes, así como de acompañamiento en la visualización de sus proyectos de vida, favorece el acercamiento con los alumnos desde una perspectiva humanista; parte de los intereses, inquietudes, potencialidades y necesidades de los alumnos. En este sentido, los Lineamientos para la formación y atención de los adolescentes buscan contribuir a que las secundarias se apropien de la Tutoría como un medio para orientar y potenciar la acción de los tutores con el fin de fortalecer el apoyo a los alumnos en su integración y participación en la escuela, mejorando la convivencia escolar y social, así como el proceso académico y desarrollo personal orientado hacia su formación integral.

IV. Orientación hacia un proyecto de vida

Propósito: propiciar el autoconocimiento y el desarrollo de la capacidad de elección y decisión de los alumnos. Esto puede hacerse mediante la reflexión sobre el compromiso requerido para la elaboración de un proyecto de vida que oriente sus acciones en lo personal, académico, profesional o en alguna actividad productiva durante su vida.

 

Como parte del diseño de un proyecto de vida viable y flexible, es necesario que los alumnos reflexionen acerca de la importancia de trazarse metas personales a corto, mediano y largo plazos, visualizando que el conjunto de decisiones sobre distintos aspectos y momentos de su vida presente impactarán en el logro de proyectos  y propósitos.
Considerando que un proyecto de vida se construye tras un proceso de análisis, reflexión, decisión y acción con base en las aptitudes de una persona, es preciso trabajar en este ámbito desde primer grado de secundaria. Por ejemplo, al momento de involucrar al alumno en la dinámica escolar, académica y social de la escuela, también se abona en la definición de los motivos por los cuales los alumnos han decidido continuar con sus estudios, así como en el reconocimiento, valoración y fortalecimiento de sus potencialidades, motivaciones, intereses, que sin duda representan motores que conducen al mejoramiento académico, lo que contrarresta aquellas deficiencias, carencias o problemáticas que atenten contra el logro educativo y formativo del alumno.
 
También resulta factible coadyuvar en la consolidación de la identidad de los adolescentes, mediante el respeto y valoración que los hace reconocerse como miembros de diferentes grupos sociales, al establecer lazos afectivos y de pertenencia, elementos que repercuten en la conformación de adolescentes autónomos y proactivos.
 
A partir del contacto con el grupo, del seguimiento realizado a los alumnos y de la información que ha recibido de otros docentes, el tutor puede contribuir al proceso de autoconocimiento de los adolescentes en lo que respecta a sus habilidades y talentos, aspiraciones y necesidades de formación. Así, el tutor propicia en los alumnos la reflexión sobre los aspectos que consideren más interesantes, aquellos que les resultan
difícil es o atractivos, así como acerca de los que les demandan mayores grados de esfuerzo.
De esta manera, los alumnos pueden definir una idea más clara de sus habilidades y preferencias hacia diversas áreas de estudio y realizar balances periódicos sobre los cambios que experimentan.
Una tarea importante que debe realizar, a partir de los resultados de tal balance personal, es el bosquejo de posibles escenarios profesionales u ocupacionales para iniciar la búsqueda de información más precisa sobre los perfiles formativos de las diversas áreas por las que siente mayor interés o agrado.
Basados en estos escenarios posibles, los alumnos requieren precisar algunas de las acciones que les permitan arribar a ellos, es decir, los caminos o itinerarios que deben seguir para alcanzar las metas planteadas. Al respecto, es preciso tener claro que un proyecto de vida representa una elección libre, consciente y comprometida. 
Es necesario dejar en manos de especialistas la orientación vocacional, ya que tienen la formación profesional indispensable para efectuar estas acciones. No todas las escuelas cuentan con este apoyo, por lo que si es posible se sugiere recurrir a especialistas o instancias externas.
A continuación se presentan algunas sugerencias para el desarrollo de este ámbito:
• Promover en los alumnos el reconocimiento, valoración y desarrollo de sus aptitudes y potencialidades como puntos de partida para el logro de sus aspiraciones personales, profesionales o actividades productivas.
• Por medio de las experiencias que algunos jóvenes y adultos compartan sobre su profesión, oficio o actividad productiva, promover entre los adolescentes la visualización de posibles escenarios futuros en los cuales puedan desempeñarse.
• Proponer a los alumnos la toma de decisiones de manera informada, libre y responsable, que dé cuenta de los actos que ellos consideran cruciales para la construcción de posibles escenarios a corto, mediano y largo plazos, deseables, factibles y acordes con sus expectativas de vida.
• Al abordar temas de interés para los adolescentes —por ejemplo, sexualidad, adicciones y opciones vocacionales, entre otros—, promover el diálogo, la reflexión y la acción en torno a las implicaciones y repercusiones que tiene la toma de decisiones a lo largo de su vida y en el logro de sus metas.
• Con base en el reconocimiento de las diversas habilidades, intereses e inquietudes de los alumnos, generar ámbitos de expresión y construcción de propuestas creativas e innovadoras que fortalezcan su valoración y el aprovechamiento de sus competencias como parte del disfrute pleno, responsable y libre de su vida presente y futura.







 







 

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